Italia vs Francia: el cabezazo que cambió todo

Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un tapiz futbolístico. Su presencia encarnaba una fuerza casi mística, que galvanizaba a sus compañeros y desconcertaba a los ri

read more